MÉXICO, 1 jun (Xinhua) -- Estados Unidos no es amigo ni aliado de México, sino su enemigo histórico y el país del cual han provenido la mayoría de las intervenciones y amenazas de intervención en territorio mexicano, consideró el experto Jaime Tamayo en entrevista con Xinhua.
Internacionalista y politólogo de la Universidad de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco, Tamayo refirió que México, desde su nacimiento como nación independiente, ha tenido que hacer frente a las apetencias expansionistas de Estados Unidos.
"Estados Unidos siempre ha sido enemigo de México, no nos engañemos. Perdimos grandes extensiones de territorio en el conflicto armado con ellos y hemos enfrentado distintas intervenciones y amenazas de intervención", afirmó.
A modo de ejemplo, Tamayo recordó que hubo una fuerte amenaza de intervención de Estados Unidos cuando México nacionalizó sus recursos petroleros mediante la Expropiación Petrolera, en 1938. Y también pedidos de intervención armada por parte de congresistas estadounidenses en varios momentos de la historia.
El más reciente de estos pedidos se viene produciendo durante los últimos meses, bajo el argumento de que el elevado número de muertes en Estados Unidos por consumo de drogas y sustancias modificadas con precursores químicos como el fentanilo es responsabilidad del accionar de organizaciones criminales en México.
Para frenar el tráfico de fentanilo a Estados Unidos, proponen algunos congresistas de ese país, se debería declarar a los cárteles de la droga de México como organizaciones terroristas y aprobar leyes que permitan la incursión del Ejército estadounidense en territorio mexicano para combatirlos.
A juicio de Tamayo, la eventual declaración de los cárteles de las drogas como grupos terroristas es una amenaza que ha venido manejándose de manera constante para tener "la excusa perfecta" de atacar militarmente a México.
"Este tipo de ficciones las usan para castigar y hacer lo que les da la gana, como intervenir militarmente en México", explicó el académico, para quien estas actitudes intervencionistas demuestran que la relación entre México y Estados Unidos es "obligada" por los más de 3.000 kilómetros de frontera que comparten y las lógicas económicas, comerciales y culturales obvias que de ese hecho emanan.
El experto resaltó que, de amenazas como esas, es que surgió precisamente el principio de no intervención en la política exterior de muchos países, del que México es uno de los principales impulsores.
A esas amenazas, agregó Tamayo, se unen declaraciones "indignantes" como las del senador republicano John Kennedy, quien el pasado mes declaró que, sin Estados Unidos, "México estaría comiendo comida para gatos de una lata y viviendo en una carpa en un traspatio".
Esa supuesta dependencia, a ojos del senador, debería ser suficiente para que el presidente de Estados Unidos Joe Biden convenciese a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de aceptar la presencia de militares y efectivos policiales estadounidenses en México para combatir al narcotráfico.
Tamayo estimó que la declaración de Kennedy, si bien no es la primera declaración de ese tipo, es "la más racista y supremacista" de esta reciente ola de amenazas intervencionistas contra México por parte de su país vecino.
"Esta declaración tiene un gran sentido supremacista y demuestra ignorancia. Si Estados Unidos es lo que es, es precisamente por el saqueo al que ha sometido a los pueblos del llamado Tercer Mundo, especialmente América Latina y más directamente el caso mexicano", denunció Tamayo.
El experto recordó que Estados Unidos instaló "repúblicas bananeras" en Centroamérica, donde "quitaba y ponía gobiernos a su antojo" para explotar recursos naturales. Y que, en el caso mexicano, nunca olvidará que EE. UU. se apropió de enormes extensiones territoriales, más de la mitad del territorio original de la nación mexicana.
"Estados que antes eran de México tienen una riqueza tal que son el motor económico de Estados Unidos. Por sí solos estarían entre las principales economías del mundo", precisó Tamayo.
Respecto a las palabras del senador Kennedy, añadió que constituyen "una actitud supremacista, racista, así como la recuperación de la visión de que América Latina es el patio trasero de Estados Unidos, idea fundamental de la Doctrina Monroe".
Tamayo subrayó que antes del tratado de libre comercio que incrementó la dependencia económica de México frente a Estados Unidos tampoco estaban los mexicanos "comiendo comida de gatos", lo cual evidencia que "no es ni ha sido la solución a la desigualdad y la pobreza en México la relación con su vecino".
El fentanilo, aparente causa de declaraciones como las de Kennedy y de amenazas intervencionistas, "es un problema que ellos tienen y que no están resolviendo. Quieren echarlo afuera y que México se los solucione", afirmó Tamayo.
"Estados Unidos no lucha en su territorio contra el fenómeno, aunque se vende fentanilo en todos lados y se les mueren más de 100.000 personas. Los congresistas y otros políticos avientan el problema para acá con un discurso racista, agresivo, supremacista y acompañado de gran ignorancia".